(ANS – Ciudad del Vaticano) – El 23 de marzo de 2023, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos. Durante la Audiencia, el Sumo Pontífice autorizó al este Dicasterio a promulgar el Decreto relativo a las virtudes heroicas del Siervo de Dios Carlo Crespi Croci, sacerdote profeso de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco; nacido el 29 de mayo de 1891 en Legnano (Italia) y fallecido el 30 de abril de 1982 en Cuenca (Ecuador).
Carlo Crespi nació en Legnano, cerca de Milán, el 29 de mayo de 1891,era el tercero de trece hermanos, en el seno de una familia rica e influyente. Asistió a la escuela local y a los doce años ingresó en el Instituto Salesiano Sant’Ambrogio Opera Don Bosco de Milán, donde tuvo su primer encuentro con la realidad salesiana. En 1903 fue al liceo salesiano de Valsálice, en Turín, para completar sus estudios y fue aquí donde conoció a Renato Ziggiotti, su compañero de clase y futuro Sucesor de San Juan Bosco. Habiendo sentido la llamada a la vida salesiana, completó el noviciado en Foglizzo e hizo su primera profesión religiosa el 8 de septiembre de 1907. En 1910 hizo la profesión perpetua.
Durante este período profundizó en el estudio de la teología, la filosofía y enseñó matemáticas, música y ciencias naturales. El 28 de enero de 1917 fue ordenado sacerdote. En la Universidad de Padua descubrió la existencia de un microorganismo hasta entonces desconocido, dándose a conocer en los círculos científicos por este importante descubrimiento. En 1921 obtuvo el doctorado en Ciencias Naturales, especialidad Botánica, y poco después el diploma en Música.
En 1923 partió hacia Ecuador como misionero. Primero desembarcó en Guayaquil, llegó a Quito y finalmente se instaló en Cuenca, donde permaneció hasta su muerte. Fue aquí donde inició una labor de promoción humana sin precedentes, fundando varias obras: el oratorio festivo, la Normal Orientalista para la formación de misioneros salesianos, la escuela primaria “Cornelio Merchán”, la escuela de artes y oficios que más tarde tomaría el nombre de Colegio Técnico Salesiano, la Quinta Agronómica, es decir, el primer instituto agrícola de la región, el Teatro Salesiano, la Gran Casa de la comunidad, el Orfanato “Domenico Savio”, el museo “Carlo Crespi”, famoso por sus numerosas exposiciones científicas. En 1938, organizó en Cuenca el Primer Congreso Eucarístico Diocesano.
Generaciones de conquenses se beneficiaron de sus enseñanzas y de su generosidad. La gratitud del pueblo por el bien realizado por el Padre Crespi es tal que se manifiesta con fuerza incluso en la dolorosa circunstancia que en 1962 vio la destrucción casi total del Instituto “Cornelio Merchán” por un incendio. Los habitantes de Cuenca participaron sin vacilar en la reconstrucción.
Gran parte de su tiempo lo dedica al Santuario de María Auxiliadora de Cuenca, cuya devoción difunde celosamente. Los últimos años de su vida los pasa íntegramente en el recogimiento del confesionario, donde los fieles se suceden en largas filas, deseosos de recibir el sacramento de la Reconciliación, pero al mismo tiempo también consejos y consuelo de la persona a la que ahora no dudan en llamar “San Carlos Crespi”.
Debilitado por una vida de privaciones elegida para vivir como un pobre entre sus pobres, el 30 de abril de 1982, tras haber pedido por última vez tener el crucifijo en sus manos, el Venerable falleció en la Clínica “Santa Inés” de Cuenca a causa de una bronconeumonía y un infarto de miocardio.
Fuente: ANS – “Agenzia iNfo Salesiana”