Curso de Lengua de Señas
“Las barreras no existen”, es una de las frases dichas con mucha frecuencia entre las personas optimistas, que no se rinden en las dificultades cuando tienen sus metas muy determinadas.
Este fue el caso de un grupo de 77 personas quienes en el mes de mayo finalizaron un módulo del curso de Lengua de Señas del Programa Sin Barreras que imparte la Universidad Don Bosco de El Salvador, a través del Departamento de Proyección Social.
Gracias a su constancia y perseverancia, superaron las adversidades de la comunicación y demostraron que las barreras no existen cuando se trata de alcanzar sus ideales, que cuando se crean las condiciones y se trabaja en equipo todo es posible.
Y es que debido a las medidas de prevención y distanciamiento físico producto de la pandemia del Covid-19, los organizadores del curso tuvieron que adecuar su metodología de enseñanza presencial a la modalidad virtual, haciendo un buen uso de las herramientas sociales de comunicación.
De este grupo, 11 participantes concluyeron el tercer nivel, cerrando así su proceso de formación del curso de Lengua de Señas.
“Las personas recibieron todos los conocimientos que les permite poder entablar una comunicación fluida por medio de señas, además de recibir el impulso del Programa Sin Barreras para llevar su conocimiento y motivación a otras personas para que decidan aprender lengua de señas e ir formando una sociedad más inclusiva”, señala Karina Salguero, directora de Proyección Social.
Agrega además que desde el mes de marzo iniciaron con la modalidad en línea, requiriendo de los estudiantes una mayor dedicación y empeño para recibir las lecciones, “todo ello fue posible gracias al compromiso y entrega de cada uno de los profesores, quienes de manera voluntaria se suman al Programa y ponen sus conocimientos al servicio de los demás”, concluye.
Para Jonathan Casco Rivas, alumno de Ingeniería Industrial y participante del curso, su experiencia con las clases en modalidad virtual representó una adaptación total, pasar de interactuar con su docente de manera presencial y directa a hacerlo a distancia; pese a ello, Jonathan reconoce lo positivo de esta modalidad.
“Tenía la ventaja de ver las clases grabadas. Mi docente mi docente siempre estaba pendiente para resolver mis dudas. Las evaluaciones eran interactivas, además de ser una gran experiencia poder signar una canción, una receta y un cuento” señala.
Por su parte, Catya Chicas, alumna de la Lic. en Idiomas con especialidad en Turismo, destaca el acompañamiento no sólo formativo, sino motivacional que desde el programa recibió durante todo el proceso.
El cambio de modalidad significó también un reto para los docentes, quienes tuvieron que adaptarse creativamente a la situación, así lo relata Marcela Berrios, docente del nivel 1, quien experimentó por primera vez impartir clases en línea.
“Debo decir que fue todo un reto porque me tocó ingeniármelas para no aburrir a mis alumnos y para hacer que ellos se interesaran más en esta lengua, además de transmitirles positivismo, entusiasmo e interés a través de una pantalla”, afirma.
Durante todo este proceso de aprendizaje en casa prevaleció el ánimo y el coraje. “Como programa Sin Barreras no nos dimos por vencidos, nuestros docentes se esforzaron por buscar herramientas de apoyo en diferentes medios. El acompañamiento fue permanente y en total disposición para nuestros alumnos; todo un reto para que sigamos rompiendo esas barreras”, destaca Reina Pérez, docente y coordinadora del programa.
Un programa social diferente
Esta iniciativa de inclusión social nació en el 2016 desde la Asociación de Estudiantes Salesianos en Pensamiento y Educación Ciudadana (AESPEC) y la Asociación Salesiana de Estudiantes en Aeronáutica (ASEA), y a partir del año 2018 se convierte en un Programa institucional permanente de la Universidad Don Bosco, que además cuenta dentro de su comunidad de ex alumnos con profesionales sordos graduados de carreras de Ingeniería y Ciencias y Humanidades.
A cuatro años de creación, Sin Barreras ha formado a 777 personas con el curso de Lengua de Señas, logrando una participación activa de estudiantes y colaboradores de la UDB; así como público externo.
Con la implementación de este Programa como institución brindamos además un aporte al cumplimiento de la agenda 2030 de las Naciones Unidas, específicamente al Objetivo de Desarrollo Sostenible número cuatro Educación de Calidad: garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.