(Universidad Politécnica Salesiana, Cuenca) – Del 18 al 21 de mayo, la comunidad universitaria de la UPS celebró la fiesta en honor a María Auxiliadora con actividades académicas, culturales y litúrgicas para destacar el papel de las madres, fortalecer las relaciones fraternas y espiritualidad salesiana. Estos espacios de reflexión y encuentro fueron organizados por la Pastoral Universitaria y la Federación de Estudiantes FEUPS de la sede Quito logrando convocar a estudiantes, docentes y personal administrativo de las sedes Cuenca, Guayaquil y Quito.
La fiesta de María Auxiliadora se celebra cada 24 de mayo para conmemorar el reconocimiento que hiciera San Juan Bosco a la Virgen María como Auxiliadora de los cristianos. Este año los priostes fueron las carreras de Administración de Empresas, Ingeniería Industrial, Economía, Mecatrónica; las direcciones técnicas de Financiero, Contabilidad y Biblioteca.
En el Triduo “María, el rol de la mujer en la actualidad”, se recordó a los feligreses la importancia de María para los católicos en especial para los salesianos. Se desarrolló bajo tres temáticas: “María servidora de la comunidad” a cargo de la sede Cuenca; “María, mujer de escucha y acompañamiento”, de la sede Guayaquil y “María y el ejercicio de la maternidad”, de la sede Quito.
Luego, se realizó una eucaristía celebrada por el P. Jaime Chela, sdb., a la que asistieron estudiantes, personal administrativo, autoridades nacionales y de las tres sedes. Por la tarde, se desarrolló la Serenata Mariana en la que participaron los grupos ASU de Coro de las sedes de Guayaquil y Quito. Finalmente, se premió a los ganadores de los concursos de poesía, fotografía y Tik Tok.
Cabe mencionar que, en 1862, Don Bosco señalaba
“La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana”
– Don Bosco
Desde esa fecha, el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra. La Auxiliadora es la visión propia que tiene de María y su experiencia eclesial le hace percibirla como “Auxiliadora del Pueblo de Dios”.